martes, 30 de junio de 2015

Viaje al pasado




Emocionante viaje al pasado de la fotografía disfrutamos  los compañeros de Corpus Cámera de la mano de José Luis Porcar en su taller del Pasaje, experimentando la técnica del colodión húmedo sobre placa de vidrio. Una técnica que estuvo en uso entre 1850 y 1880, conviviendo con el daguerrotipo. Jose Luis es un auténtico artesano y artista de la fotografía. Desde la misma cámara, única, de fabricación artesanal y propia... hasta la reconstrucción del proceso. Mediante el método de ensayo y error consiguió las mezclas adecuadas para el colodión, para el revelador, para aislar el contenedor del nitrato de plata, tan corrosivo. Una  experiencia memorable Os comparto  algunas instantaneas y resultados del del proceso:

Antes de empezar limpiamos bien la placa con una brocha para librarla de motas, pelusas ect.


 La técnica se llama colodión húmedo precisamente porque la placa debe permanecer húmeda durante todo el proceso de toma y revelado de las imágenes. Esto supone preparar la placa antes de la toma y proceder a revelarla inmediatamente. El colodión (nitrato de celulosa disuelto en alcohol y éter) es una sustancia pegajosa que se adhiere bien al vidrio y absorbe las sales de plata.

 En primer lugar habremos de impregnar la placa de vidrio en colodión, que es lo que fija a la placa el nitrato de plata, que es lo que la sensibiliza.
El colodión se vierte sobre el vidrio de manera que cubra toda la superficie, decantando el sobrante en su bote de vidrio.
Para aplicar el nitrato se coloca la placa en un soporte ad hoc que se introduce en un contenedor estanco y totamente cerrado a la luz, donde estará en contacto con el nitrato durante tres minutos y medio. Este proceso lo hacemos con luz roja.
retrato de Jose Luis Porcar con luz roja de laboratorio

Contenedor para el nitrato de plata (foto J.L. Porcar)
Una vez tenemos preparada la placa hay que tomar la fotografía, para ello previamente habremos ajustado los parámetros de la cámara y la posición del modelo.
 En nuestro caso y para las condiciones de iluminación y características del objetivo determinamos una exposición de 16 segundos, que es lo que tenía que estar quieto el modelo casi sin respirar. Como la cámara no tiene opturador, el "disparo" consistía en retirar la caperuza que cubre el objetivo, contar 16 segundos y volverla a colocar, muy casero todo.
La cámara conel objetivo a la vista (foto J. L. Porcar)

la cámara con su caperuza

Para ayudar al modelo a mantener su posición Jose Luis añadió un curioso "soporta cabezas" que marcaba el espacio del que no la podías mover.
el "sujetacabezas" en reflejo

Extracción de la placa tras la exposición
Pasamos al revelado. Vertemos el revelador en la cubeta  (o ya lo dejamos preparado antes)


Sumergimos la placa en el líquido revelador entre 15 y 20 segundos, la lavamos con agua durante 30 segundos y por fin la dejamos en la cubeta con el fijador durante aproximadamente 1 minuto.
Y ahora empieza lo emocionante

el fantasma

¡Empieza a a parecer el fantasma! Cuando la sacamos, ponemos un fondo negro para curiosear como está saliendo


La placa se limpia por detrás para eliminar posibles restos, manchas etc.


 Aqui la mia en proceso:


Y aqui el resultado (doy miedo, lo sé):

Bueno, para que veais que en realidad no soy tan morena y malencarada, una foto con el profe y la cámara
 
equipo colodión al completo

2 comentarios:

  1. Mi detector de envidia se sale de la escala :P

    Gracias por detallar tanto el proceso: magia y fotografía, al 50%.

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  2. Gracias Javi! Me alegro que te haya gustado!

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