Robado callejero, de corte cinematográfico, emulando el estilo de mi admirado Philip Lorca diCorcia
El velador de un bar funciona como estudio callejero improvisado, y el que pasa por allí, se convierte en actor involuntario. La luz potente del sur hace todo lo demás.
Muy bueno Lola!!
ResponderEliminarEstupendo el señor!!!
ResponderEliminarmuy buena Lola!
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